La construcción misma de la historia

Posted By Ramón Rodriguez on Jun 11, 2019 | 0 comments


«Masculino» y «femenino» diferencian a dos individuos de igual dignidad, que, sin embargo, no poseen una igualdad estática, porque lo específico femenino es diverso de lo específico masculino. Esta diversidad en la igualdad es enriquecedora e indispensable para una armoniosa convivencia humana”, así inicia el numeral 146 del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (CDSI).

Las diferentes afirmaciones que encontramos en el párrafo anterior se vuelven indispensables, en la actualidad, para la formación de todos en nuestras familias, para los círculos cercanos y para aquellos ámbitos en los que podamos influir. Para todos es sabido que los principales ataques de mal, revestidos de la ideología de género, en los últimos años están dirigidos tanto a la familia como la vida.

La Iglesia como Madre y Maestra, no se cansa de proclamar con énfasis la igual dignidad de las personas y lo distintivo del hombre y la mujer, que al final de cuentas, resulta enriquecedora debido a la complementariedad, en todos los sentidos, que existe entre ellos. Dos de estas riquezas, evidentemente, son dar vida y formar una familia.

Estas dos riquezas reciben un fuerte embate por parte de la contracultura de la ideología de género en el mes de junio, debido a las celebraciones del lobby LGBT. Renunciar y no apoyar las celebraciones que este lobby promueve a nivel mundial no es discriminatorio, no es retrograda, ni mucho menos atenta contra la dignidad de la persona. Así nos lo han hecho creer los principales promotores de esa contracultura. Pero, al contrario, dar a conocer la verdad sobre el hombre mismo y sobre la mujer, como lo hace la Iglesia desde una antropología cristiana o realista, es respetar la dignidad de toda persona, develando a cada uno el fin para el cual han sido creados.

Este mes tiene múltiples expresiones de dicha contracultura, una de ellas, ya tuvo lugar en nuestro país, la cual está dirigida contra los más indefensos, contra los niños.  La aprobación de que los niños puedan ir con falda a la escuela en la Ciudad de México. Lo preocupante de esto es que las autoridades educativas se centren en esto, en lugar de promover mejores prácticas en el aula y lo peor aún, que lo celebren como un gran avance. Esto parece algo mínimo, pero así trabajan las ideas esos lobbies, poco a poco ir influenciando la cultura hasta que se vuelven normales las construcciones sociales que promueven.

Renunciar a la denuncia de lo que esta mal, nos hace participes, por omisión, a colaborar con las estructuras de pecado. Nuestra bandera como creyentes debe ser la de la acción, anunciar la verdad con caridad en todos nuestros ámbitos sin temor a ser señalados o perseguidos.

El mes de junio también es el mes del Sagrado Corazón, encomendemos a él pidiendo siempre la sabiduría divina para ser verdaderos testigos de la verdad, de Cristo. A continuación dejo otro párrafo del CDSI, que ilumina profundamente este tema: “La mujer es el complemento del hombre, como el hombre lo es de la mujer: mujer y hombre se completan mutuamente, no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino también ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo masculino» y lo «femenino» se realiza plenamente lo «humano». Es la «unidad de los dos», es decir, una «unidualidad» relacional, que permite a cada uno experimentar la relación interpersonal y recíproca como un don que es, al mismo tiempo, una misión: « A esta “unidad de los dos” Dios les confía no sólo la opera de la procreación y la vida de la familia, sino la construcción misma de la historia ».289 «La mujer es “ayuda” para el hombre, como el hombre es “ayuda” para la mujer»: 290 en su encuentro se realiza una concepción unitaria de la persona humana, basada no en la lógica del egocentrismo y de la autoafirmación, sino en la del amor y la solidaridad”, 147.